Mea culpa...

Eso de vivir con alguien que sea amante de los deportes es complicado. Desde hace un año, veo (así sea de manera indirecta) todo tipo de deportes: desde los partidos de la liga de fútbol española hasta la Champions, la Fórmula 1, las carreras de motos, ciclismo, cualquier torneo de Tenis, partidos de Basket y abiertos de golf varios. Debido a la influencia deportiva -principalmente futbolística- que tiene mi roommie y por el hecho de tener la tele prendida el 90% del tiempo en algún canal de deportes, ya me he aprendido todos los problemas que hay en el fútbol a nivel español y europeo, sé de dónde es el Betis (equipo que ni conocía antes), canto parte del himno del Real Madrid, sé quién es Jorge Lorenzo (porque Dani Pedrosa ya es cultura general) y sufro con los partidos entre Federer y Nadal.

Eso sí, si me preguntan por cualquier evento deportivo anterior al 2005, sólo puedo hablar del Pibe, Andrés Escobar, el Tino, Higuita (y su paso por la cárcel), el Tren Valencia, el gran partido de la selección colombiana frente a Alemania en el mundial del 2000, de Juan Pablo Montoya (pero cuando estaba en karts), Santiago Botero, Lucho Herrera (“el jardinerito de Fusagasuga”) y los escarabajos. Y ya....pare de contar. Eso sí, si algún día me ven viendo football americano o baseball, por favor...intérnenme!

Pero debo confesar que hoy toqué fondo cuando, estando sola en mi casa, puse en la tele, por voluntad propia, el mundial de Basket...y lo disfruté!!